Friday, March 28, 2008

HUMANIDAD MISERIA


En la noche más vil de las decadencias humanas, montañas de estiércol forman lo que llamaron civilización, sociedad, comunidad, nutriéndose de toneladas de carne humana sirviendo como esclavos a este orden de la mezquindad institucional, de cables bioquímicos, ondas electro-cáncer y bio-chips, miseria humana, náusea, poder del egocentrismo, capitalismo. Los muertos ahora están vivos en el más decadente de los mundos hipócritas, artificiales, corruptos y decadentes, las necrópolis de muertos consumistas son llamadas “ciudades”. El culto a lo material ha poseído como a un demonio las psiquis devastadas de lo civilizado, la muerte del alma social se respira en el smog de cada día, en las miradas falsas, en las envidias y odios, en las farsantes amistades, en los ojos sin brillo. La superficialidad y la estupidez, lo más bajo y vil de la megalomanía, la vanidad, el orgullo, son el núcleo de la sociedad actual, peste consumista que se hace llamar a sí misma “sociedad de consumo” o “mundo desarrollado”, “mundo en progreso” (pero hacia el tecnócrata suicidio colectivo). La catástrofe parece evidente e inminente. Las personas han perdido su persona, no tienen corazón ni alma, en el mundo de la explotación y de la opresión total, de la miseria y del egoísmo, donde unos pocos usufructúan de la energía humana para su provecho, todo está contaminado de pura injusticia y miseria, de falsía y deshonestidad, hasta las entrañas de la ramera sociedad van pululando las cloacas de la hipocresía ¿cómo pueden llamar a esta inmundicia-carcelaria “civilización”? ¿Cómo pueden decir que el hombre es libre en este Guantánamo-mundo? ¿Cómo no vivir con náuseas y desprecio a todo lo existente si la sociedad toda es tan nauseabunda? ¿Cómo puede ser el fraude tan grande? ¿Cómo los políticos estafadores pueden decir que hay bienestar y libertad en medio de tanta insanidad, hipocresía social y corrupción, ignorancia, infamia? ¿Cómo pueden hablar de beneficencia y caridad, en medio de la pederastía generalizada y el asesinato por diversión, la matanza en masa, la estupidez colectiva, los genocidios por dinero, la gangrena social del lavado cerebral masivo de los medios? En el mundo del utilitarismo interesado, del pragmatismo autoritario, los más “sapos” y “vivos”, los más mentirosos se creen los más “inteligentes”, hablar en fórmulas económicas es “genialidad”, los más infames ladrones, piratas y saqueadores son los más exitosos y respetados miembros constructivos de la sociedad, los asesinos de masas en el poder son realezas de “sangre real”, los más inmundos traidores son los sensatos ciudadanos, los más hipócritas y falsos son los transparentes dirigentes, cualquier imbécil es doctor, la sabiduría ha sido ultrajada, violada y prostituida …ahora los mercaderes del egoísmo son los más aptos para dirigir a las sociedades hacia la perdición, con el visto bueno de los “elegidos por dios”, quienes han forjado las pautas de conducta decadente de las masas, gracias a sus abominables paradigmas religioso-políticos fabricados con sofisticado lavado cerebral, académico, social y estructural espiritual, gracias a la mentira, el fraude, el escarnio. Esta prisión masiva es lo que han llamado una civilización, a este oprobio han llamado cultura, a esta infamia social han llamado convivencia, “democracia”, a esta podredumbre han llamado mundo libre. Miles de millones de esclavos del orden social asalariado, venden su energía corporal (también llamado trabajo) a los más viles corrompidos, los mismos que forjaron el devastador industrialismo, los dueños de las empresas de la muerte, los que están en la cúspide de la pirámide social, quienes chupan como vampiros la energía humana, quienes se alimentan de la sangre derramada de guerras y hambrunas, los que van dirigiendo al rebaño nefasto hacia la línea cero del caos, guiados por los amos de los holocaustos.

Mientras a la mayoría le toca vivir en pobreza carnal y mental, en ignorancia, en estupidez colectiva, en enajenación, en violencia política, en opresión, en dominación, en manipulación total, vigilancia, control, represión y castigo…la minoría burguesa sigue con sus festines y banquetes de la muerte. Miles de millones de personas se han transformado en muertos vivientes, objetos desechables, “capital humano” sirviendo como zombis sin alma al sistema-necrópolis, dominado por los mismos adoradores de la muerte, que forjaron la llamada “civilización” para succionar como sabandijas a la especie humana.

En las sociedades de la pestilencia, los filántropos y humanistas que ostentan el poder son los asesinos genocidas que desde la cúspide piramidal ejercen sus más bajos instintos de matanza y sadismo, de control y poder, de ego y vanidad, sobre las ya putrefactas masificadas sociedades. Cada cual en su demencial egocentrismo va sirviendo a la brutal decadencia humana, tomando su fármaco de artificial resistencia existencial, cada cual en su burbuja de la mezquindad sigue su sendero al abismo, cada cual en su infame indiferencia va a paso acelerado hacia su propia aniquilación, cada cual en su hecatombe va respirando la esencia de la infamia con perfume de abominación, el mundo desplomándose hacia el más feo nihilismo….

Sálvense quien pueda, que la humanidad toda es un animal enfermo y desquiciado desbocándose al precipicio. Ya suenan las trompetas de la guerra universal y la copa del horror está siendo llenada por océanos de sangre de las matanzas de odio, ego y poder. Todos contra todos forjando el apocalipsis de su inmundo universo, el terremoto-tsunami dimensional haciendo temblar ya las columnas de todo lo establecido con vileza. Todo está podrido. El espeluznante final de la civilización-prisión está dibujándose en el cielo de las atrocidades, la línea final de la masa crítica, demencial epílogo de una estructura enferma. El manicomio es la sociedad, y los más peligrosos psicópatas son los que dirigen todo este absurdo al infierno nuclear, en el epitafio sangriento de la estupidez, firmado con traición… lo poco de certidumbre, claridad y esperanza se van desvaneciendo en la nube de radiación, todo se va desintegrando en la total desesperación, ansiedad, angustia, ira, indignación… en el horizonte de espanto, los cadáveres vivos del juicio final hacen redención a la funesta caída, todavía queda el levantamiento de los muertos en la hecatombe de los enfermos.

Lluvia de radiación deforma la vida…humanidad estúpida, cavas tu propia tumba