Thursday, June 17, 2010

ALERTA GUERRERO



Preguntarse constantemente sobre el por qué de todas las cosas es un primer paso al despertar. Inquietarse sobre la razón de la respiración, sobre por qué late el corazón, sobre qué es lo que hay en el núcleo de cada galaxia, cuál es el móvil de la existencia, para qué existen los cielos estrellados, etc…Esas respuestas nadie las tiene, la excitación por el Misterio último de la existencia, la inquietud fundamental, es una buena razón para darle un sentido al sin sentido de todo, el asombro por el infinito de lo Desconocido es un factor X real, no es ninguna doctrina ni ideología, lo desconocido absorbe a lo conocido, nada está determinado, ser es ser posibilidad,…

qué ignorancia atrevida del que piensa tener la “verdad única” y el “único conocimiento o gnosis“ (como los débiles mentales fascistas-nazis del hitlerismo esotérico), pues cuando uno conoce, uno más desconoce. Acaso olvidaron estos dogmáticos religiosos que la humildad, la curiosidad de niño, y la tolerancia por todo conocimiento, son esenciales para el camino del verdadero sabio. No hay un conocimiento absoluto, TODO ES POSIBILIDAD, nada está establecido, nadie tiene la verdad. El misterio de todo conocimiento hace nula toda religión, elimina toda ideología orgullosa, y a toda filosofía que pretenda dar una explicación única a la existencia, jamás podrán anular la percepción del Misterio Fundamental. Lo eterno es el cambio, como decía Heráclito, o como Lemmy de Motorhead, en su canción “Love Me Forever”: Everything changes and all stays the same, everyone is guilty , no one to blame, every way out brings you back to the start, everyone dies to brake somebody´s heart”.

Como todo es posibilidad, todo está sometido al cambio, en el devenir de todas las cosas, el devenir es lo único eterno. La eternidad se expresa en el instante mismo del eterno presente del devenir, único e irrepetible, en el constante fluir de todas las cosas donde no existe la verdad última, ni el conocimiento único, mucho menos una arrogante gnosis. No hay peor mentiroso que el que se dice tener la ”verdad única”, como pretenden los fanáticos fundamentalistas de todas las religiones (incluyendo el gnosticismo del esoterismo nazi-fascista). Si en cada segundo de la existencia está el Factor X de lo Desconocido, entonces no hay pensamiento único, ni tampoco una sola forma de ver el mundo, ni una cosmogonía absoluta que dé una explicación última a la existencia. El éxtasis está en asombrarse por el misterio fundamental, y no en la estúpida arrogancia y terquedad de los que creen tener la verdad única.

Los inconscientes masificados del rebaño, de mente enferma y personalidad deforme, que siguiendo a su líder-gurú en su fascismo borreguil, manipulan la energía psíquica con su torcida religiosidad y comercian con la explicación última de la existencia. Los viles de espíritu abundan en esta pútrida sociedad. Se creen los más inteligentes, y testarudos arrogantes creen ser los elegidos de la “verdad” y el conocimiento único. Estúpidos eruditos, con el ego inflado, están instaurando todo un andamiaje mental nefasto llevando a la humanidad a la perdición absoluta, perdiendo la consciencia y anulando la inocencia del misterio último, anulando la creatividad, matando al arte y olvidando el asombro de lo dionisiaco Desconocido.

Quienes desde un principio desconfiamos de los que dicen tener la “verdad”, nos interrogamos sobre qué mismo es la verdad: ¿¡qué es la verdad!? La interrogante queda como colgada en un vacío infinito, y nos entusiasma lo desconocido porque los espíritus libres somos aventureros y entramos en el misterio con el mismo sentimiento de entrar en la selva. Los que amamos la sabiduría, nos asombramos del infinito Misterio de todas las cosas. En cambio, los que se dicen filósofos, o sabios, o eruditos, han dado esquemas y sistemas de pensamiento (desde el fascismo hasta el nihilismo), engranajes de conceptos, malgama de ideologías-rebaño, para explicar, como la religión, el misterio último de la existencia y forjarse un “pathos” de rebaño, un sentido a su indigna y miserable amargada existencia. La variedad de dogmas y sistemas en todo el andamiaje filosófico se enreda en múltiples interconexiones y laberintos, en absurdos sin sentidos y aridez mental, en desiertos del espíritu que han desencadenado un verdadero shock y colapso espiritual, propio de la brutal decadencia de esta inmunda civilización, llevando al mundo entero a un cataclismo moral y espiritual sin precedentes.

Sin embargo, pensadores más sensatos, que se han puesto por encima del derrumbe de la civilización como Nietzsche, Bataille, o Cioran han declarado la guerra a los dogmáticos, y han alzado la bandera del misterio infinito, porque el verdadero filósofo debe ser un artista para fundirse en el misterio último de todas las cosas, un CREADOR, un actor en la misteriosa escena de la Gran Obra llamada vida, donde todo es una metáfora, una posibilidad de creación, donde ninguna verdad es única. Y si es todo posibilidad, nosotros mismos podemos ser lo que queramos ser, podemos crear nuestras propias cosmovisiones, nuestra propia forma de ser, somos únicos e irrepetibles, no necesitamos del líder-gurú del inmundo fascismo, la consciencia del infinito eleva el ser hacia el éxtasis de la cumbre.

Mientras los resentidos con la vida, los amargados infelices que no saben bailar, los envidiosos que envidian la alegría del espíritu alegre, seguirán sus posturas dogmáticas en extremo fanatismo y fundamentalismo, porque le tienen miedo al infinito de lo Desconocido, en su cobardía y derrumbe moral y psicológico, pretenden agarrarse desde donde puedan para no caer en la experiencia del misterio de lo Desconocido….solo inspiran una sonrisa compasiva.

Toda filosofía pretensiosa, ideología fascista y religión institucionalizada que pretendan tener la “verdad” o “gnosis” y dar una explicación última de la existencia, son un verdadero veneno para la mente creativa….ojo.