Thursday, June 25, 2015

El Papa Francisco I, una Inmundicia judeocatólica



Si partimos del hecho innegable que todo dogma y sistema de creencias es una cárcel para el espíritu libre, concluimos que toda religión, secta, ideología, paradigma, son herramientas de poder para esclavizar al ser humano y mantenerlo en un estado de ceguera, adormecimiento, ignorancia y estupidez. Podríamos catalogar entonces a toda religión institucionalizada como una verdadera abominación producto de la imbecilidad humana, puesto que los actos más deleznables y atroces se han realizado en nombre de Dios, en nombre de un torcido sistema de creencias que justifica los peores actos para supuestamente “ganarse el cielo”. Mantener en ignorancia al ser humano es imperativo para los círculos del poder mundial, por eso sostienen con recursos y propaganda a las religiones institucionalizadas como la Iglesia Católica, y  gastan más recursos a favor de las mentiras de la religión que en resolver el problema del hambre.




La inmunda Iglesia Católica Apostólica Romana, mejor conocida como el Vaticano, la religión institucionalizada más poderosa del mundo seguida del sanedrín judeosionista, son abominaciones religiosas que se levantan como monstruos poderosísimos ejerciendo una dominación psicológica sobre las masas estupidizadas y enceguecidas por el dogma torcido de la servidumbre espiritual. Liderando la Iglesia Católica se encuentra un ser despreciable al que llaman Papa, que como pastor de un rebaño enfermo mueve a una cantidad inmensa de la población con sus hiper hipócritas discursos de bondad y paz, cuando los hechos demuestran todo lo contrario, como por ejemplo el mismísimo banco de la Iglesia Católica lava el dinero del tráfico de armas y del narcotráfico, siendo un instrumento decisivo en la creación de conflictos bélicos y apoderamiento de la mafia global que domina al mundo.  Actualmente se encuentra liderando esta corrupta institución el jesuita, sionista y masón argentino Jorge Bergoglio, o también llamado Francisco I, uno de los seres más hipócritas, deshonrados y sinvergüenzas que ha parido la infame historia.


 "Bergoglio era el superior de los jesuitas en Argentina y retiró, en mayo de 1976, la licencia religiosa a los curas Francisco Jalics y Orlandio Yorio, dos subordinados suyos en la Compañía de Jesús que habían adoptado una posición activista en la defensa de los derechos de los pobres."


Recordemos que en la dictadura militar de los años 1970´s en Argentina, siendo Francisco I una de las autoridades de la Iglesia Católica en este país, no solamente se hizo de la vista gorda cuando policías y militares arrestaban, torturaban, asesinaban y desaparecían en masa a la población civil que se oponía a la dictadura militar, la Iglesia Católica y sus autoridades como Francisco I, también apoyaban y sostenían la dictadura militar con recursos y sostén ideológico. Videla y otros genocidas militares comulgaban cada domingo en misa mientras ordenaban exterminar a decenas de miles de personas de la población civil argentina. Francisco I, como autoridad de la Iglesia Católica argentina en ese tiempo, estaba muy al tanto de las torturas, matanzas y desapariciones, y no hizo nada al respecto, al contrario, estaba de acuerdo con exterminar a toda costa cualquier tipo de “subversión” atea contra el orden sostenido por la misma Iglesia Católica. Incluso cuando las madres de los desaparecidos se acercaban a los obispos y arzobispos para buscar apoyo y detener a los asesinos militares, la Iglesia Católica les cerraba las puertas en la cara, o les respondían que una de las virtudes cristianas es la “resignación” y que así hay que tomar la desaparición de sus hijos. Varios sacerdotes vigilaban de cerca las torturas y desapariciones, Francisco I no solamente fue cómplice de las matanzas durante la dictadura argentina, participó indirectamente en ellas dando su apoyo incondicional a los sanguinarios dictadores. La hipocresía de este despreciable individuo no tiene límite  porque ahora se hace llamar el “Papa de los pobres”, y con su discurso supuestamente de “izquierda” y “ecologista” pretende ganarse la simpatía de la inmensa mayoría de muertos vivientes del judeocatolicismo consumista occidental.



Lo que no sabe tampoco este inmenso rebaño ignorante es que el mismo Francisco I, siendo autoridad de los jesuitas de la Iglesia Católica argentina, abogó a favor de la criminal corporación transnacional Monsanto para que Argentina se convierta en uno de los cinco países con mayor cultivo de transgénicos en el mundo, el actual Papa defendió que para sacar adelante la economía del país era necesario prostituir a la Argentina a Monsanto ya que supuestamente los transgénicos podrán resolver el hambre en el mundo. Y ahora el muy infame Francisco I escribe una encíclica papal “ecologista” que defiende el medio ambiente culpando de su deterioro a la humanidad sin decir nada de los pesticidas de Monsanto que están destruyendo el planeta. El Papa fortalece el discurso genocida de las élites de que el ser humano es el culpable del “calentamiento global” y que es necesario acelerar la despoblación humana para salvar al medio ambiente.  Lo mismo dicen los masones de David Rockefeller y Henry Kissinger, que es necesario despoblar al planeta con hambre, guerra, pestes, para salvar el medio ambiente. El infame Francisco I se suma a esa campaña de despoblamiento al repetir el mismo discurso ecologeta, y no solamente con respecto al despoblamiento humano, sino también a la necesidad de “políticas globales para resolver el problema del calentamiento global”. Es decir, la encíclica papal es favorable a la creación de un Gobierno Mundial para resolver el problema del medio ambiente, sosteniendo y apoyando el discurso imperialista de las élites que abogan por la creación de un nuevo orden mundial. El Papa es un instrumento de los genocidas para que la ignorante población zombificada acepte las políticas imperialistas.


 El poder de influencia del Papa es tal que más de un tercio de la humanidad se autodenominan católicos apostólicos romanos y seguirán como un extraviado rebaño las ideas del Papa.  Nada nuevo con la Iglesia Católica que desde su creación en el siglo IV D.C con el Emperador Romano Constantino, ha sido y será una institución al servicio de las élites del poder mundial. Y sobre todo cuando en el siglo XVI  el infame Ignacio de Loyola crea la mafiosa y corrupta Compañía de Jesús, organización de los “jesuitas”, que ha sido clave en los hechos más degradantes de la historia reciente como el asesinato del presidente de EE.UU John F. Kennedy o los genocidios instigados por los “jesuitas” infiltrados en el poder mundial, que junto a sociedades secretas como la francmasonería o los Caballeros de Malta pretenden concentrar la riqueza y el poder en pocas manos, con guerras miseria, hambre y genocidios, para la instauración del Gobierno Mundial y la llegada del mesías del Judeocristianismo. ¿Será por eso que todos los Papas usan el sombrerito o “kipá” de los judíos? ¿No fue acaso Francisco I quien apoyó a Israel en el verano pasado del 2014 en la matanza contra palestinos? pues no dijo nada, ni una condena, sin embargo, ahora ya el Vaticano reconoció la existencia del Estado palestino por las presiones externas, aunque en su interior Bergoglio es profundamente sionista y actor esencial para la creación del Gobierno Mundial sionista que se pretende instaurar en las próximas años.


Su hipocresía no tiene límite cuando recién ahora se ha tratado de condenar a unos pocos sacerdotes pedófilos violadores, cuando el fenómeno de la pedofilia es generalizado en toda la Iglesia Católica. Hoy por hoy se puede confirmar que 1 de cada 2 sacerdotes de la Iglesia Católica son enfermos pederastas, su sexualidad ha sido enfermada por esta nefasta religión represora de los instintos sexuales. La pedofilia es producto de una religión que condena el instinto sexual degradándolo a una forma de sexualidad pervertida e insana. ¿Por qué no llega al meollo del asunto? ¿Por qué no ataca las causas y cree que condenando a unos pocos sacerdotes violadores de niños se va terminar este fenómeno social? ¿Por qué no condena de forma firme  la cantidad de sacerdotes pedófilos que dañan la inocencia de los niños, reproduciendo la brutal decadencia moral de nuestra época? ¿Por qué tampoco no dice nada de que en los subsuelos del Vaticano se realizan rituales de magia negra con asesinatos y violaciones rituales de niños y adultos perpetrados por arzobispos y sacerdotes?


Francisco I representa esa inmundicia moral, y ahora está de visita en los países latinoamericanos cuyos Estados no escatiman en gastar cientos de miles de dólares, por no decir millones, para recibir a uno de los reyes más infames de la hipocresía, y líder espiritual de la decadencia y de la perdición. Sólo el gobierno de Ecuador ha gastado más de quinientos mil dólares para la visita de este infame personaje en julio del 2015, cuando con esos recursos podrían construirse más hospitales y escuelas, pero sirven de instrumento de las élites masónicas y sionistas para ejercer la dominación y el poder sobre las masas estupidizadas de la putrefacta civilización judeocristiana.